Una locomotora suicida llamada sistema
En este mundo solo quedan dos opciones reales: o te quedas en el tren de la muerte y te estrellas o te bajas en marcha y emprendes una nueva vida con la Madre Tierra. Conozco muchas personas que se pasan la vida lamentándose de la vida sin sentido y vacía que llevan pero que no hacen nada por salir de ella. El sistema pone todos los medios a su alcance para acomodarnos en casita con el culo bien pegado al sofá y atontarnos con esa estúpida cajita tonta de colores que encima se atreven a llamar medio de comunicación. Seamos sinceros y abramos los ojos: todos los medios de comunicación están compinchados y pertenecen a la chusma que gobierna este mundo, a los grandes y poderosos que controlan finacieramente este planeta entero. Y es así como cualquier noticia es manipulada y retocada como a ellos les apetece. Los verdaderos periodistas no están en esos grandes periódicos ni cadenas de TV, están encarcelados, asesinados y rechazados. Este mundo es un mundo de mentiras, de falsas noticias, de ricos y pobres, de políticos marionetas y de sumisos ciudadanos que se conforman con una hipoteca para el resto de su vida. Este mundo es como un gran edificio adornado y brillante que se sustenta sobre dos pilares: la mentira y el poder.
No falta mucho tiempo para que el ser humano sea controlado mediante chips bajo la piel. No falta mucho tiempo para que nos vistan, alimenten y curen con toda la porquería química que se fabrica en laboratorios de grandes multinacionales como la Montsanto. Estamos yendo hacia el abismo porque quienes conducen esta gran locomotora son codiciosos, poderosos y guías ciegos de ciegos. El planeta agoniza y las cumbres no sirven para nada, los forum como el de Barcelona como se ha visto son pura especulación y negocio bajo la falsa etiqueta de forum de culturas. Abramos los ojos señores: de cultura nada de nada, es toda una mentira y una patraña para mantener las conciencias tranquilas de unas cuantas ONG y grupos ecologistas a los que apaciguan con algunas donaciones, pero la verdad es triste y real: el planeta este se muere, sus ríos se mueren y llevan aguas malolientes y contaminadas, los mares son envenenados por los petroleros y desechos radioactivos, las tierras de cultivo son envenenadas sin cesar de químicos como herbicidas, abonos y cultivos transgénicos, los montes son arrasados por las especulaciones inmobiliarias, la tierra entera es explotada sin compasión para extraer de sus entrañas el petroleo, el gas y las piedras preciosas, las ciudades se convierten cada vez más en ratoneras malolientes donde el asfalto gana metros cada día a la tierra, las grandes multinacionales controlan el agua a su antojo, cultivan las tierras con venenos, fabrican sin cesar todo tipo de productos sin tener en cuenta el reciclaje. Vivimos en un mundo en el que lo único que importa es ganar dinero, dinero y dinero y después del dinero el poder. Vivimos sin necesidad de decidir qué vestimos o cómo porque las industrías y el virus de la publicidad se encargan de martillearnos y machacarnos a cada instante qué vestir, qué comer, qué comprar, cuándo y dónde. ¿Hacia dónde coño vamos? Es obvio: hacia donde nos lleven estos estúpidos suicidas gobernantes que controlan la locomotora. En los vagones va la gente apiñada que se conforma con una vida de consumo y son manejados por los medios de comunicación. Desligarse del sistema no es fácil, cierto, pero se puede.
Es tiempo de radicalismo en cuanto a decisiones de este tipo. Hay que dejar de lamentarse con el mando de la tv en la mano mientras vemos un refrescante documental o una estúpida serie de una familia por capítulos interminables o un programa de cómo triunfar siendo un completo estúpido manipulado, o un programa de esos tantos que pululan en la telebasura de la prensa rosa que nos hablan de los líos de cama de fulanita o un estúpido concurso donde nos regalan de todo llamando a un 906. Es tiempo de decisiones tajantes y claras si sabes lo que no quieres y lo que deseas. Es tiempo incluso de desobediencia al sistema, un sistema en el que los curas, militares, grandes empresarios, banqueros y políticos se reparten el pastel y nos dejan las migajas. Es tiempo de mandar a tomar por saco sus consejos de cómo vestir, comer y vivir esta vida miserable que nos ofrecen a base de malditas hipotecas. Es tiempo de poseer la tierra y hacela fértil sin venenos, de volver a ella con respeto, de dar la espalda a la industria farmacéutica y los productos químicos, de pasar de forums de cultura y convenciones tapadera y de ponerse a ocuparse en vez de preocuparse de estúpidos miedos, miedos al presente, a la inseguridad monetaria, a la salud, a al vejez, a la propiedad... Al carajo con los miedos y las inseguridades heredadas de este decadente sistema. En el asfalto solo hay eso: asfalto y un mundo artificial sin sentido en el que un título da poder y falsa seguridad para un futuro que nunca llega. La tierra nos espera, la tierra es para sentirla, para comer de ella no para explotarla y envenenarla.
Basta de pagar impuestos ridículos que luego se usan para justificar guerras inútiles y despilfarros militares y para engordar y cebar a falsos religiosos que desde sus lujosos templos viven a sus anchas predicando la pobreza y haciendo negocio en el nombre de Dios. Basta de hipócritas charlatanes que con sus mensajes solo añoran el poder, basta de ser un número solo para este sistema corrupto. Basta de ser un esclavo para contruir las grandes pirámides de este sistema. es tiempo de liberación para quienes anhelan libertad, aire fresco y puro, agua limpia, alimentos naturales, vida sana... Basta de asociaciones y grupos que en nombre de la ecología hacen su negocio desde sus despachos para ponerse medallas y recibir alguna subvención que otra. Basta de ser sumiso a tanta estúpida ley y norma. Basta de ser un esclavo consumista de productos basura e inservibles. ¿Cuánto crees que le queda a este planeta? ¿Acaso eres de los que piensa que la ciencia lo va a solucionar todo? ¿Sabes algo de matemáticas? Entonces haz números de lógica: superpoblación + más consumo + más contaminación + más poder corrupto + guerras = autodestrucción del planeta. ¿Y a ti, dónde te va a pillar? ¿En un quinto izquierda de una gran ciudad, acabando de pagar un piso o una carrera? ¿Hacia donde coño vamos? América nos salvará de los malos como en las películas y lo hará como siempre, destruyendo, devastando y creando más guerras y miserias. Hay que volver a unirse, a formar tribus, grupos y comunidades lejos de las apestosas y ruidosas ciudades, símbolos de este estúpido progreso. Me sobra este tipo de progreso, apesta y tiene un precio muy alto: la salud del planeta, así que si eso es progreso prefiero el taparrabos y lo primitivo y si he de ir en burro y carro, así sea y si he de arar con yegua así sea, y si he de prescindir de este medio llamado internet pues así sea, pero no me habléis del corrupto y maloliente progreso que tanto está destruyendo, contaminando y devastando.
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