La acumulación de objetos perjudica considerablemente nuestra paz interior. Vivir en una casa llena de trastos provoca un desasosiego tal que, en personas sensibles, puede desembocar en trastornos como el estrés o la ansiedad. Para evitarlo, conviene desprenderse de los objetos inútiles, o mejor no consumir - comprar tantas cosas que no necesitamos realmente porque limitan nuestro espacio vital y perturban nuestro descanso siendo muy dificil conseguir relajarse, cuantos menos objetos tengas a la vista, más serenidad obtendrás.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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